Existen debajo de mi cama pequeños seres venidos del futuro. Noté que habían llegado una noche que sus capacidades telepáticas crearon interferencias en mis sueños. Soñé con máquinas del tiempo y campos verdes sobre los que volaba. Intentaba averiguar a qué año me dirigía pero no era capaz. El miedo no me dejaba pensar.
Y al despertar tenía a uno de ellos sobre mi pecho. Diminuto y amarillo, dijo ser el chico del futuro y echar de menos a sus amigos. Yo le prometí ayudarle a reparar nave para que él y sus compañeros de expedición pudiesen volver a casa.
Cuando la máquina estuvo lista no supieron decirme de qué año venían. Así que cada noche viajan a una época distinta con la esperanza de algún día acertar.
8.31.2005
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