2.20.2011

Boca abajo

Jugando, te coge de los tobillos y comienza a girarte, tan rápido, tan rápido, que de tu cuerpo no se ve más que una estela. Intuyo ralentizada tu cara de velocidad (nadie podría decir si es miedo o diversión) mientras la cara de mamá, claramente temerosa, levanta un ojo del televisor para echar una mirada reprobatoria.

Cuidado con la mesa, indica.

Lo que significa que tenga cuidado para no darte con la mesa, y no que tenga cuidado para no dar a la mesa. Mamá no solo no se sube jamás a la montaña rusa con nosotras, si no que además, no es capaz de mirar cuando nosotras estamos arriba.

Quiero decir que se está poniendo muy nerviosa.

Así que papá se deja caer en el sillón y amarrándote todavía fuerte de los tobillos, comienza a pasar los dedos por la planta de tu pie descalzo. Tú gritas y te ríes, y pides auxilio, mientras tu cabeza se pone roja como un tomate.

Yo recuerdo una noticia que vi en la tele. Un chico ató a su tía a la cama de pies y manos, y con una pluma suave, le cosquilleó la piel hasta que murió de un ataque al corazón. No parece una muerte muy dulce.

Socorro, aúllas, salvadme. Te agitas como una culebra.

Papá está exhausto, así que te libera, te da una palmada en la pierna y te indica que puedes irte.

Decepcionada, ordenas: ¡Hazlo otra vez!

3 comentarios:

Mrs Jones dijo...

Te imagino perfectamente creyendo que te va a dar un ataque al corazón cuando alguien te hace cosquillas...

Alexey dijo...

Hola que tal, naufragando por la web caí en un blog sobre nanopoesía, me gustaría conversar sobre ese concepto, yo ando desarrollando uno de nanopoética, saludos. Alexey, mi mail alexey.kojykabuto@gmail.com

Luneira dijo...

Qué tierno! Pero el final... "Vez!" Es un gran reto!