9.05.2005

Domingo

Acertar no fue facil. Tantos colores. ¿Queria tener los ojos azules, verdes o lilas? Lilas sin duda era mucho mas exotico. Mucho mejor. Despues estaban las pelucas. Habia millones. Podria pasar horas revolviendo entre ellas. Tocandolas y estremeciendose sua-ve-men-te porque están hechas con pelo natural (de persona!). Y por supuesto, no ahondemos en el calificativo de natural. Era lo mas evidente. Pero quedaban aún todo el resto de accesorios: narices, cejas, labios, lenguas ...
Y habia que pensarlo todo tanto... con lo facil que sería dejarse llevar...
Pero cada decisión (y es más, incluso cada posposición de decisión) tenian un significado. ¿Crear una coherencia entre las partes o una disonancia creativa? Porque diferenciarse es lo esencial. Pero sin renunciar a la harmonia...
Y a él, ¿le gustaría lo que había creado? ¿Y a papá y mamá? ¿Y a sus hermanos?
Era una artista.
No se atrevía, no se atrevía, no se atrevía a reconocer que me encanta darle un toque adolescente y hacerle confesar que lo que no se atrevía a hacer, era despojarse de cada detalle y observar los gusanos que se retorcian en las cuencas de los ojos.

No hay comentarios: